¿Qué es un trastorno de la articulación temporomandibular?

La disfunción temporomandibular o trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), aunque desconocida para muchos, es cada vez más común  en las clínicas dentales. Diversos estudios  estiman que se trata de un problema que afecta en torno al 30% de la población. No se trata de un problema exclusivo de los adultos, sino que también puede afectar a los niños.  La articulación temporomandibular une la mandíbula con el cráneo y permite, entre otras cosas, ejecutar los movimientos masticatorios. Uno de los síntomas más característicos de la disfunción de la ATM es el dolor de mandíbula, aunque también puede desarrollarse dolor de cabeza, cuello o espalda.

Una de las principales causas de la disfunción temporamandibular es el bruxismo o apretar de dientes. Se estima que hasta un 40% de la población aprieta o rechina sus dientes durante la noche de manera inconsciente, generalmente debido al estrés. Esto puede provocar la tensión constante entre la articulación y los músculos con los que interfiere. Los malos hábitos posturales también provocan la tensión de los músculos, discos articulares y ligamentos de la articulación. Asimismo, una mala oclusión o problemas de alineación dental también pueden causar estas alteraciones.

Hay muchas personas que tienen bruxismo y no son conscientes de ello, por eso recomendamos visitar al dentista y al odontopediatra para diagnosticar y tratar esta patología antes de que desemboque en problemas mayores.

 Síntomas de la disfunción temporomandibular

  • Dolor de mandíbula
  • Sensación de fatiga de la mandíbula
  • Dificultad para abrir la boca, crujidos en la mandíbula
  • Problemas de mala oclusión
  • Mareos
  • Dolor de cabeza, cuello o espalda
  • Bloqueo de la mandíbula
  • Desgaste de dientes

Tratamiento de fisioterapia para las disfunciones de la ATM

El tratamiento de la disfunción temporomandibular suele precisar la colaboración de varios especialistas, entre los que destacan dentistas, odontopediatras en el caso de los niños y fisioterapeutas, y suele requerir el uso de férulas de descarga, fisioterapia de la articulación temporomandibular, control de la tensión mandibular o rehabilitación de la oclusión.

La fisioterapia puede ayudarte a restaurar el movimiento natural de la mandíbula y a reducir el dolor.